Cómo tratar a niños de alta demanda
Un
bebé de alta demanda crecerá como cualquier otro bebé, hasta convertirse en un
adulto y llegar a ser un adulto de alta demanda, no tiene nada negativo.
Simplemente, hay que ser consciente de quién es y qué beneficios trae.
Como
padres, debemos considerar esta “alta demanda” durante la crianza para moldear
todas sus características únicas, a fin de convertirlas en nuevas
potencialidades.
Si en
casa tienes a un niño de ata demanda, debes considerar las siguientes pautas a
la hora de tratar a tu pequeño:
Conócelo desde el respeto
Ser un
niño de alta demanda no tiene nada de malo. Por ende, no intentes cambiar su
temperamento. Si consideras que es demasiado agotador, debes saber que ese
temperamento no cambiará, pero sí lo conducirá a dotarse de buenas y favorables
cualidades cuando sea un adulto.
En tal
sentido, es vital que respetes su forma de ser, mientras le ayudas a canalizar
sus emociones. Para ello, utiliza diversas técnicas de relajación, dale la
libertad de expresar lo que siente y habla mucho con él.
Aunado
a esto, invierte suficiente tiempo y atención, comprobarás que cuando llenas
esta necesidad, se mostrará más seguro y calmado.
En
caso de ser un bebé, presta atención a su temperamento y aprende a relacionarte
con él. Seguramente lo muestra desde temprana edad. Es importante que
desarrollen una relación sana y amorosa.
Toma
en cuenta que un bebé de alta demanda, puede reaccionar de igual maneras en
situaciones similares. Lo notaras porque veras las señales que pueden llevarlo
a esas emociones. Por ejemplo, puede llorar mucho al dejarlo en una mecedora,
pero no hacer nada si se le deja en un columpio.
Sea
como sea, no hagas comparaciones entre tu pequeño y otro niño; eso también es
respeto. Si te es difícil no compararlo con otros bebés o niños que son más
tranquilos y relajados, recuerda que las comparaciones no ayudan a superar las
emociones, sino todo lo contrario, generan frustración. Entiende que tu hijo es
único, con necesidades únicas, como todo ser humano.
Lo
único que necesitas es ser observador. Descubrirás que funciona y que no con tu
hijo. Conoce sus gustos y disgustos, y realiza los ajustes que sean necesarios,
a fin de que se sienta más feliz y relajado.
Domina la frustración
La
frustración es inevitable en los niños y bebés de alta demanda. Por lo tanto,
es importante guiarlos para aprender a tolerar la frustración. Si les enseñas a
manejarlo, podrán hacer y lograr todo lo que se propongan en su vida.
Para
ello, comienza manteniendo la calma cuando tu niño no pueda con la frustración.
Cuando mantienes la calma, podrás ayudarle a gestionar de manera adecuada sus
rabietas, pataletas, desafíos o demandas.
Vamos a turnarnos
Ambos
padres contribuyen a la educación de todo niño. Por lo tanto, está bien si admites
que no puedes con todo. Recuerda que somos humanos y también necesitamos tiempo
para tomar un descanso y desconectarnos un poco. Esto te permitirá recargar las
pilas y abrir tu mente para continuar de manera positiva el día a día.
Si tu
bebé siente un apego profundo por ti, no te sientas mal dejándolo con otros
miembros de la familia, sobre todo si comienza a gritar y a llorar. Es
necesario el descanso para mantener la calma.
Permite
que tu pareja se haga cargo de vez en cuando. Otro miembro de la familia o
niñera también pueden ayudar. Aprovecha ese tiempo para dormir algunos minutos,
salir a caminar o darte unos masajes.
Cuando
te sientas agotada/o por el carácter demandante de tu hijo/a, lo más saludable
es pedir ayuda a los familiares cercanos para turnarse. Esto te permitirá
aliviar la tensión y el estrés, además de ser beneficioso para todos.
Una
vez te sientas más relajada/o, muéstrale toda tu alegría a tu niño. Sonríele y
con todo el ánimo posible, sigue disfrutando de su compañía.
Evitar palabras negativas
Al ser
tan sensitivos, lo perciben todo. Debido a esto, las palabras negativas hay que
evitarlas a toda costa. Frases como, “No puedo más” o “Esto es muy difícil”,
puede ser perjudiciales para ellos, ya que dichas frases pueden atribuirlas a
ellos mismos.
En
lugar de usarlas, debemos ser positivos, con actitudes positivas que
construyan. Es necesario eliminar las etiquetas, las palabras negativas y los
castigos severos por palabras de afirmación y afecto.
Una
vez que descubras que responder con amor, compresión y calma, obtienes mejores
respuestas por parte del niño, dejaras de utilizar castigos mal elaborados y
palabras ofensivas.
Ser
cuidadosos con las palabras le ayudara a superar su sensibilidad a las
emociones y a manejar las mismas.
Hacer lo que decimos
Por
otro lado, es fundamental ser constantes y coherentes con lo que hablamos y lo
que hacemos. A veces, nos cansamos tanto de los gritos y las demanda, que terminamos
cediendo a las peticiones de nuestros hijos. No obstante, no podemos acceder a
todas las peticiones porque ese comportamiento se traduce en un mensaje
equivocado, que derivara en angustia e inseguridad para el niño.
La
mejor estrategia ante las rabietas es mantener la calma, tener mucha firmeza y
muchísimo amor. Lo recomendable es conocer el temperamento del niño y entender
cuáles son los signos de las rabietas y el trasfondo de las mismas, para actuar
de manera correcta antes de que se desencadenen emociones más fuertes. Si las
demandas persisten, continua con tu respuesta firme y disminuye un poco el
cariño.
Asegúrate de cubrir sus
necesidades
Recuerda
que sus principales necesidades afectivas son el contacto físico, la compañía y
las atenciones. No te enfades demasiado, si piden atención es porque la
necesitan.
Para
satisfacer sus necesidades, debes hacerlo con amor, pero con firmeza. Haciendo
respetar los límites y fortaleciendo su autonomía personal, siempre de manera respetuosa.
Por
último, recuerda que un niño o bebé de alta demanda es completamente normal, no
es caprichoso o mimado. Simplemente necesita más de nosotros y nos lo hace
saber.
Igualmente,
pueden parecer agotadores, pero poseen cualidades maravillosas que podemos amar
con facilidad, además de disfrutar de la intensidad que ellos le ponen a todo.
No
pretendas cambiar su temperamento, acepta a tu hijo/a tal cual es y por sobre
todas las cosas, no los compares con nadie. El ser único lo hace aún más
especial.
Finalmente,
no olvides que esta es una etapa. La mayoría aprenden a superar la frustración
y sus comportamientos mejoran al 100% con la ayuda de papá y mamá.
¡Tú
puedes!
Que bueno lo q escribes estoy en esa etapa de la aceptación me rebasa aveces y si he renegado pero es mi cansancio el no poder dormir ni tener ayuda en casa
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