Actividades para pequeñas mentes traviesas
Como
bien sabemos, los niños de alta demanda son unos brillantes curiosos por
naturaleza, al igual que necesitan atención constante. Lo que los lleva a una
gran necesidad de hacer, tocar, probar y aprender.
Lo más
importante, es poder encontrar un equilibrio saludable entre todos estos
aspectos. De manera que, se puedan integrar las diferentes facetas que el niño
necesita.
Los
padres deben probar cada una de estas actividades a fin de descartar algunas y
perfeccionar otras. Asimismo, debes desarrollar tus propias actividades con el
propósito de integrar todo lo que tus hijos necesiten.
Dichas
actividades están orientadas a la estimulación de las distintas áreas del
desarrollo del niño, como lo es: la práctica en su día a día, psicomotricidad
fina y gruesa, el área sensorial, la relajación, la creatividad y el ingenio.
Una
vez el niño comience a desarrollarlas, sus necesidades de curiosidad y atención
serán satisfechas. Además, recibirá los estímulos necesarios en su diario vivir
y, por último, aumentar su capacidad de concentración, por lo tanto, podrá
estar tranquilo durante más tiempo.
No
olvides desarrollar tus propias actividades, ya que cada niño es diferente.
Solo necesitas creatividad para cubrir la demanda de tu hijo y ver cómo
progresa en su aprendizaje.
Relación con los libros
Independientemente
del temperamento del niño, establecer un "Espacio
para la lectura" es ideal para la relajación y la imaginación.
No
importa si tu hijo aún no lee por sí mismo. Asegúrate que este espacio sea
cómodo y seguro. Puedes agregar algunas sábanas, peluches, almohadas y hasta un
mueble para apilar los libros.
Igualmente,
añade unos minutos de lectura cuando lleves tu niño a la cama. Para ello, utiliza
alguno de sus libros gráficos, novelas o cómics favoritos. Aunque no lo creas,
puede resultar divertido para ambos. Además, se pueden desarrollar
conversaciones interesantes mientras que se generan vínculos más fuertes entre
ustedes.
Otras
actividades extras con esta misma temática son los Audiolibros y los Podcasts.
Ambos son una excelente opción con una gran narrativa.
También
puedes utilizar hojas de trabajo, lápices de colores y marcadores para que
dibujen una "secuela" de
algún cuento favorito, preguntándoles ¿Que podría ocurrir después?
Zonas de juego
Divide
la habitación en diferentes áreas utilizando cajas, cestas o cubos para crear
zonas de construcción, zona de arte para crear diferentes manualidades, una
caja con disfraces, una zona deportiva, etcétera.
Invitar
al niño a experimentar en cada una de estas zonas, le permitirá mantener su
atención por más tiempo de una forma divertida y amena. Igualmente lo incita a
descubrir y explorar nuevas zonas de juego.
El
niño puede tener la libertad de escoger qué, cuándo y cómo jugar, sin necesidad
de que se le indique, como generalmente sucede.
¿Dónde están los juguetes?
De la
habitación pasamos al resto de la casa. Selecciona los juguetes favoritos de tu
hijo y escóndelos en diferentes lugares por toda la casa. Escoge lugares
estratégicos como alturas apropiadas para su pequeño, pero que tenga que hacer
ciertos esfuerzos.
Al
mismo tiempo, escoge lugares atrevidos donde puedan divertirse juntos buscando.
Por ejemplo, dentro de los zapatos de tu niño o debajo de las sábanas. Además,
dale un recipiente para que pueda ir recolectando los juguetes que vaya
encontrando.
Misiones especiales
Esta
es una actividad especial que desafía a los niños a crear un mundo único,
diferente y divertido. Para ello, dale la misión de inventar un consultorio
médico, una biblioteca, un salón de belleza o una estación espacial en su
habitación. Indícales los materiales que puede usar, como: sábanas, mantas,
papeles, colores, juguetes, entre otros. Ayúdales a ser creativos con todos
estos implementos para desarrollar con más realismo su misión.
Una
vez completen su misión, pídele hacer un recorrido juntos por las nuevas
instalaciones que construyeron. Cabe destacar, que los niños en edad
preescolar, tienen la habilidad de planificar y desarrollar una idea por lo
menos media hora. Igualmente, los padres pueden descubrir las verdaderas
preferencias y gusto de su hijo. Se puede observar con detalle su capacidad
creativa, anhelos, sueños, aspiraciones, habilidades y hasta debilidades del
niño. Esto puede ser de gran ayuda para calmar la frustración y dominar las
emociones.
Explora la naturaleza
La
naturaleza es un vasto mundo para ser explorado por nuestros hijos. Aunque todo
parece igual, la diferencia está, en prestar atención a los detalles. Toma
algunos minutos para salir al jardín con tu pequeño o visitar el parque más
cercano para dar una caminata.
Mientras
exploran el lugar, haz preguntas sencillas pero curiosas como, por ejemplo:
¿Cuánto
miden los árboles? ¿Sus ramas tienen nuevos brotes? ¿Cuáles tienes frutas y
cuáles no? ¿Qué insectos viven en los arboles? ¿Qué hacen las aves? ¿De dónde
vienen las nubes? ¿En dónde se esconde
el viento? ¿Cuántas hojas tiene cada rama?
Pregúntele
a su hijo cómo sucede todo esto y déjelo inventar su propia explicación de las
cosas. La idea es pasar tiempo en familia y dejar volar la imaginación,
mientras desaparece el estrés en sus vidas.
Procesa las emociones mientras
juegan
Para nadie
es un secreto que el estrés causa emociones pocos agradables. De hecho, puede
causar sentimientos fuertes de impotencia en nuestros hijos. Y aunque como
padres, luchamos contra esos sentimientos en nuestros pequeños, la verdad es
que somos nosotros la causa de ellos.
Los
niños son capaces de percibir nuestras actitudes tensas y los signos verbales
de estrés, aumentando así en ellos, emociones pocos saludables. La mejor forma
para aliviar estos síntomas es a través del juego.
Piensa
en las divertidas maneras de canalizar esas densas energías. Podrías utilizar
los juegos donde se pone a prueba la imaginación, como fingir que pelean contra
un dragón; podrían jugar a las luchas o a perseguirse entre sí. Incluso podrían
fingir que tu hijo es el médico y tú el paciente, para ayudarlo a sentirse que
está a cargo.
Considera
que inventar juegos de la nada podría resultar algo absurdo, pero es la mejor
forma de entretener una pequeña mente traviesa. Simplemente, abraza las
tonterías y déjate llevar por las buenas emociones que surgen detrás del juego.
Tareas del hogar
Si
quieres incluir a tus hijos en estas aburridas tareas, solo debes usar tu
espíritu competitivo. Como, por ejemplo: "¡Veamos cuántos calcetines puedes
ordenar en 5 minutos!" "¡Apuesto a que no puedes ordenar esta pila de
ropa!". Por otro lado, los más pequeños aman ser un gran ayudante. Por lo
tanto, tu actitud debe ser la de un fantástico entrenador "¡Te voy a
enseñar el increíble secreto de hacer tu cama!". Solo debes ser un poco
flexible con su pequeña ayuda imperfecta y un tanto atropellada.
Para
finalizar, ten presente que todos son diferentes. Algunos niños aman desarmar
equipos descompuestos, otros les gusta fingir barrer, mientras que otros
disfrutan de artes plásticas o dibujar miles de garabatos durante largas horas.
Tomate el tiempo necesario para identificar qué tipos de actividades mantienen
la atención de tu hijo durante al menos 20 minutos. Luego, bríndale la
oportunidad de hacer esas cosas contigo, de manera divertida. Deja salir el
niño que hay en ti.
A ti te funcionaba? yo ahora con el confinamiento estoy saturada. No se que hacer!
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