La guardería y el círculo vicioso de los virus
Mi niño siempre ha estado bien, nunca ha tenido tos, ni
mocos y fiebre si acaso por culpa de las vacunas. Pero desde que va a la guardería
es un infierno, aún no hemos salido de una y ya nos metemos en otra… Los virus se
han apoderado de nosotros!
¿Te suena? Seguro que sí, verdad? Lamentablemente no soy la
única mamá que esta pasando por esto.
Todo esto se debe a que, desafortunadamente, junto con
todos los beneficios de tu pequeño que comienza la escuela, la socialización y
la estimulación, también vienen las desventajas, y la infección de las vías
respiratorias superiores es una de ellas.
¿Por qué pasa esto?
Los resfriados más comunes son causados por virus y suelen
ser infecciones del tracto respiratorio superior, porque infectan la nariz, los
oídos y la garganta, pero no los pulmones (tracto respiratorio inferior).
Lo sufren los niños pequeños, especialmente aquellos que
recientemente han comenzado a jugar en la escuela o la guardería. Generalmente,
son virales, pero pueden provocar infecciones secundarias que, por lo general,
son bacterianas y pueden requerir antibióticos.
No obstante, recuerda que esto no significa que el
resfriado común que puede sufrir tu hijo pequeño se complique con una infección
secundaria, como por ejemplo, bronquiolitis (donde si están involucrados los
pulmones), amigdalitis, sinusitis o una infección en el oído.
Comúnmente es solo una nariz que gotea constantemente, una
temperatura baja y un bebé molesto por pocos días. En caso de que tu hijo no
pueda hacer frente al resfriado puede convertirse en una infección en toda
regla.
Lo mejor que puedes hacer es darle a tu niño muchos
líquidos, trata de que descanse mucho, dale el medicamento que mejor le
funcione para bajar la fiebre y tal vez algo para secarse la nariz, pero por
nada del mundo lo pierdas de vista.
La secreción nasal y la tos molesta pueden persistir hasta
por una semana o incluso dos, pero si tu hijo no se encuentra bien, no se está
alimentando correctamente o tiene una fiebre alta que persiste por más de 48 a
72 horas, te recomiendo que no pierdas más el tiempo y visites al médico.
Cuando es más que unos pocos sniff
Aunque es de esperar que tu hijo se enferme con más
frecuencia una vez que haya comenzado el preescolar o la guardería, porque
luego se expondrá a más gérmenes de los que su sistema utiliza, hay ocasiones
en las que deberías considerar la posibilidad de que ocurra algo más grave.
Si tu pequeño tiene de seis a ocho infecciones de oído
recurrentes o brotes de amigdalitis en un año, definitivamente debes hacer una
visita a un especialista en oídos, garganta y nariz. Los episodios muy
frecuentes de neumonía o infecciones graves que requieren hospitalización y que
incluyen de dos a tres episodios por año, también indican que está pasando algo
más grave en tu pequeño y entonces vale la pena que se evalúe con detalle el
cuerpo de tu pequeño. Siempre es mejor descartar cualquier causa subyacente que
pueda necesitar tratamiento.
No te preocupes, estos casos no suelen ser muy comunes,
pero siempre es mejor ser pesada e investigar a fondo a ver que le pasa a nuestros
peques, más que nada para prevenir y evitar complicaciones.
¿Por qué mi hijo está enfermo todo el tiempo?
Dado que la mayoría de los resfriados comunes son virales
(hasta 60 por ciento), son más comunes en el invierno, justo cuando los niños
pasan más tiempo en el interior y los gérmenes se propagan más fácilmente.
Un niño promedio puede tener hasta ocho resfriados por año
en sus primeros dos años. Después de eso, debería bajar de cuatro a seis
episodios por año, o eso dicen las estadísticas. Evidentemente, si tu hijo
comienza a jugar en la guardería antes de que cumpla dos años, el riesgo para
él será mucho mayor, ya que la exposición a nuevos gérmenes y el hacinamiento
en las guarderías o las familias numerosas, hacen que un niño pequeño sea más
susceptible al resfriado común.
Según nuestro pediatra de urgencias, en su primer año de
guardería pueden coger perfectamente hasta quince virus. Parece imposible
verdad? Pues para mi ya no tanto. Al ver que mi niño ha cogido unos seis virus
en tan solo tres meses, me he dado cuenta que este hombre podía tener razón perfectamente,
y miedo me da!
Sin embargo, no todo es pesimismo y no pienses que tu hijo
vaya a enfermar en toda su carrera escolar, a menos que tenga una deficiencia
inmunológica. Dicen que en el primer año es cuando más virus cogen pero a la
vez de inmunizan. Aunque los resfriados sean comunes no es la regla para todos
los niños.
Tal vez los primeros meses sean generalmente los más
difíciles porque tu hijo no ha estado expuesto a una gran cantidad de gérmenes
antes de eso. La razón por la cual tu niño pequeño se resfría tanto en sus
primeros años, y en particular cuando comienza a jugar en la guardería, es
debido a su sistema inmune inmaduro.
Como he dicho antes, una vez que dicho sistema se
desarrolla, realmente mejora, y dicen que si tu hijo fue amamantado cuando era
un bebé, debería tener un sistema inmunológico relativamente bueno. Bueno…menos
el mío que directamente ha heredado mis defensas…es decir…ningunas.
Además, recuerda que un niño que sufre de alergias, como
asma, será naturalmente más susceptible a contraer un resfriado común.
¿Qué hacer al respecto?
Además de mantener a tu hijo en casa haciendo un poco de
reposo para que se recupere antes, realmente no hay nada que puedas hacer para
protegerlo de los resfriados.
Si puedes permitírtelo, mantén a tus niños menores de dos
años fuera de las grandes guarderías, que es donde más riesgo hay, aunque esto
es un tema muy complicado, ya que uno te dice que no lo lleves para que no
enferme, y el otro te dice que tiene que pasar por esto para inmunizarse. En lo
que respecta a tu hijo de dos años, solo tendrás que morder una toalla hasta
superar los difíciles primeros meses y el año en la guarde.
Aún así yo soy de las que no se rinde y me informé por todas
partes, a ver que puedo hacer para mejorar las defensas de mi hijo.
Una cosa que puedes hacer para ayudarlo es asegurarte que
esté comiendo correctamente, aunque no siempre es fácil con un niño tan pequeño.
Darle algún suplemento si tu bebé es de
los que no le gusta mucho la comida, puede ayudar con frecuencia, los niños
pequeños tienen ciertas preferencias por las comidas más que otros y no siempre
tienen una dieta balanceada.
También hay estudios en adultos que muestran que el zinc
puede beneficiar potencialmente al sistema inmunológico. Si tu hijo enferma
todo el tiempo, entonces esto podría ser algo a tener en cuenta, aunque no se
ha comprobado. Lo mismo ocurre con darle probióticos. Puede ayudar, aunque
tampoco está probado científicamente. A mi me recomendaron Inmunoferon Zinc y
Prodefen (probióticos). Otra cosa que le ha funcionado a otros papis es un jarabe
que se llama Imono Glukan P4H, pero nunca le déis nada a vuestros peques sin
consultar al pediatra o a vuestro farmacéutico.
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