Si hay algo que he llevado realmente mal durante el embarazo, ha sido el tema de las ,,prohibiciones" a la hora de comer. La bebida no ha sido un gran problema porque en general no suelo beber mucho alcohol, pero la comida...ay madre...que mal lo he pasado.
No quiero ni recordarlo, la lista era enorme. Lo que peor llevaba era :
- El jamón
- Embutidos
- Patés
- Sushi
- Y en general todo lo crudo (tataki, tartar, carpaccio...)
Al principio también me preocupaba el queso, que decían que había que tener mucho cuidado por la listeria, pero al final resultó, que la mayoría de los quesos que venden están pasteurizados y solo fijándose en el envase ya podías asegurarte. Si tu marca favorita no era apta para embarazadas, pues había alguna otra que si, la verdad es que encontré muchas opciones, por lo cual no resultó ser un gran problema.
Con los embutidos no había mucho que hacer, era imposible fiarse y opté por no arriesgarme, al igual que con el Sushi, una de mis comidas preferidas, me apasiona el Sushi y casi se podría decir que soy una adicta. Pero lo crudo tiene mucho riesgo y aunque las leyes mandan que los restaurantes congelen el pescado crudo antes de servirlo, nunca sabes seguro si cumplen esas normativas y a cuantos grados lo hacen etc. Asi que nada, intenté animarme comiendo solo el California Roll, Anguila Maki y Tempura Maki Langostino, que también están muy ricos.
Pero...y el jamón? Como iba a sobrevivir yo sin un buen jamón? Encima me quedé embarazada cerca de las navidades cuando la empresa para la cual trabajo me había regalado una paletilla buenísima. La tuve que dejar con mucho sufrimiento.
Aguanté semanas, incluso meses, hasta me pedí un serranito con el jamón pasado muy bien por la plancha, pero a quien vamos a engañar...no era lo mismo. Creo que me quedé peor.
Le pregunté a mi ginecóloga si puedo comer jamón previamente congelado, pero me lo desaconsejó, porque decía que un congelador normal y corriente sería incapaz de matar las bacterias malas. Por otra parte me decían que no tenía nada que ver el sabor. Además me tenían mareada con que el jamón previamente congelado si, y otros que mejor no. Cada médico decía otra cosa.
En esos momentos tan duros encima te encuentras con muchísimas personas que te dicen :
,,Antiguamente comíamos de todo."
,,Fulanita comió jamón durante el embarazo y no ha pasado nada."
Eso está muy bien, de hecho, me dio mucho que pensar que antiguamente no prohibieran ningún alimento, y hoy en día tienes que estar mirándolo todo detalladamente antes de atreverte a comértelo ya que la misma matrona del ambulatorio en tu primera cita te da una lista ENORME con cosas que NO puedes comer.
Y por qué antes nada importaba, y hoy todo es peligroso?
Pues supongo que es porque hemos avanzado en conocimientos y queremos evitar cualquier complicación durante el embarazo.
Me acuerdo que antes de quedarme embarazada decía que yo iba a comer de todo, que mi madre también lo hacía y yo estoy bien. Pero cuando finalmente eres consciente de que tienes una nueva vida dentro de ti y que podrías hacerle daño, hasta una bocazas como yo se lo piensa dos veces.
Una de las cosas de las que más disfruto en mi vida, es salir a comer o a cenar. Me gusta salir almenos una vez por semana con mi marido para probar cosas nuevas o para disfrutar de platos que uno mismo en casa no hace.
Pues en el embarazo se me quitaron las ganas. Que horror! Parecía que todo lo que me interesaba en la carta lo tenía prohibido. Me encanta la comida gourmet, los platos ,,distintos" y atrevidos, pero no había forma de encontrar algo que no tuviera algún ingrediente prohibido. Y todo lo demás no me entusiasmaba, al ser platos que puedes comer en cualquier sitio y en cualquier momento.
Volviendo al jamón...
Hasta ahora, a las embarazadas que no están inmunizadas contra la toxoplasmosis (se detecta en los primeros análisis de sangre) se les desaconsejaba consumirlo.
Cuando ya estaba de unos 6 meses de embarazo, fui a comprar con mi madre y nos atendió una mujer muy apañada que también estaba embarazada, y de gemelos. Surgió el tema de la comida y me dijo que ella si estaba comiendo jamón. Lo interesante era, que ella me dijo que si que se podía comer sin ningún miedo durante el embarazo, mientras fuera un jamón bueno y de calidad. Ya ves tu, como si eso fuera un problema, a estas alturas me hubiera gastado lo que fuera solo por probar un poquito de jamón.
Y esta vez no era solo un intercambio de opiniones, sino que ella me explicó detalladamente en lo que me tenía que fijar y me aseguró que esto estaba ya comprobado, solo que la mayoría de las matronas y los ginecólogos desconocen esta novedad.
Tras esa conversación tan detallada, no pude evitar el emocionarme y decirle a mi marido con firmeza :
,,Digas lo que digas, yo voy a comer jamón."
Le conté todo lo que había aprendido aquella tarde, pero el seguía un poco desconfiado por lo cual nos pusimos juntos a investigar. Y efectivamente, encontramos varios artículos sobre estudios que hablaban de que
SI se puede comer jamón durante el embarazo!
un estudio elaborado por el Centro Tecnológico Andaluz del Sector Cárnico demuestra que el jamón ibérico curado, debido precisamente a su largo proceso de curación, no puede portar el parásito ‘Toxoplasma gondii’.
Al día siguiente llegué a casa, me puse a limpiar la cocina y me encontré con un plato gigante del mejor jamón ibérico del mundo que me había comprado mi marido. Ese fue uno de los días más felices durante mi embarazo. Que ricooooo.
Que pena que haya estado sufriendo tantos meses sin saber esto. Ojalá a las embarazadas en un futuro se les informe de esto para que puedan disfrutar de esa etapa sin tanto sufrimiento.
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