He dicho muchas cosas a lo largo de mi vida, y finalmente me he dado cuenta, que lo mejor sería callarme, porque al parecer, o soy una mentirosa, o muy...digamos...,,inocente".
Además, mi frase favorita siempre ha sido ,,yo nunca...".
Hace muchísimos años, aún habiéndome criado en España, yo seguía encerrada en un círculo muy alemán, por mis padres y mis amistades, además del colegio alemán que visitaba en su momento. No es ninguna sorpresa que nos consideren ,,cabezas cuadradas" porque en cierto modo es así, sin ofender. Y por mi forma de ser, yo estaba convencida que ,,yo nunca me casaría con un español". No porque no me gustaran, sino porque simplemente no me lo podía imaginar.
Y que ha pasado? Pues aquí estoy, casada felizmente con un español y no me ha pasado nada jaja. Es más, ya no me podría imaginar otra cosa después de vivir cada día lo pasional que es mi maridito inesperado.
Por supuesto mi mejor amiga (no hará falta mencionar que también es española), me recordó mis palabras del popular ,,yo nunca..." en el discurso que hizo en nuestra boda, delante de 90 invitados, de los cuales unos 80 eran españoles.
Pues nada, otra cosa que yo tenía muy clara, era que no soy muy de niños. Nunca he sabido explicarlo, simplemente no me llamaban la atención, no sabía como tratarlos, no me hacían ninguna gracia y no había ningún vacío en mi vida que quisiera llenar teniendo uno.
Tras casarnos todo el mundo hacía la pregunta del millón : ,,y los niños para cuando?"
No quería ni escucharlo, y menos en plural.
Si que sabía, que no quería perderme la experiencia de ser mamá, algún día muy lejano, y a ser posible con un(a) hijo(a) único(a). Pero no tenía prisa. Siempre me ha encantado ser independiente, no depender de nada y nadie, y desde que encima me han enseñado a ser mas espontanea envez de ser tan planificadora, pues ya ves, más disfrutaba de mi día a día. La única carga que tenía, y realmente no es ninguna carga para mi porque lo hago con mucho gusto, fueron y aun lo son, aproximadamente 150 gatos callejeros que nos esperan cada día a la misma hora en sus colonias gatunas cuidadas por mi y mi madre desde nuestra asociación autorizada y oficial.
Y bueno, si he llegado a crear este blog con un título y una descripción que lo dice casi todo, es porque todo lo que he dicho, como tantas otras veces, ha dejado de tener sentido, porque lo que me ha llegado es justo lo contrario.
Ahora soy mamá de un niño precioso e intenso que ahora tiene 6 meses.
Durante el embarazo ya tuve ocasión de informarme o acostumbrarme al hecho de que finalmente ha llegado el momento de ser madre. Me había hecho mis ideas sobre el día a día con mi bebé y cuando me decían que mi vida cambiará por completo, yo, con la cabeza muy alta, contestaba :
,,Que va, yo 2 semanas tras el parto pienso hacer vida normal."
Y otra vez me llevo las manos a la cabeza y pienso... pa que hablo?!
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